domingo, 26 de septiembre de 2010

LA MÁS VERGONZOSA VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS


Según los últimos datos del Ministerio de Igualdad un total de 50 mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas en lo que va de año (y algunas todavía en investigación). Terrible.
Y más terrible si tenemos en cuenta que el 7,6% de personas encuestadas por el Ministerio de Igualdad, el 5 de agosto de 2010, considera que este tipo de violencia es algo que siempre ha existido y que es inevitable. Y cuatro de cada diez españoles culpan a la maltratada por seguir viviendo con su verdugo. Y sobre todo me impresiona que un 1,2% manifestaran que la violencia de género es aceptable “en algunas circunstancias”, y un 6% admita que justifica el uso de la violencia cuando la mujer decide romper una relación.

¿Qué está ocurriendo en esta sociedad? Cuando ya creíamos desterradas la justificación de estos hechos criminales y la búsqueda de motivos para culpar a la mujer, nos damos cuenta de que en este terreno apenas hemos avanzado en treinta años. Y lo que es más grave: los últimos estudios de profesionales y expertos sobre la conducta violenta en adolescentes ponen de manifiesto que los maltratadores cada vez empiezan antes a demostrar actitudes machistas, incluso en el colegio.

Los cimientos sociales de la desigualdad que repudia la libertad de las mujeres son tan profundos todavía y están tan arraigados en la identidad de muchos hombres, que por lógica exige la implicación de toda la sociedad en la lucha contra este tipo de violencia. El machista no nace, se va haciendo poco a poco desde los primeros años de su vida con lo que percibe a su alrededor. Por ello es tan indispensable para la educación del niño un entorno familiar moderado e íntegro que se anteponga a ciertas pautas sociales de agresividad y discriminación.

Aparte de la violencia contra la mujer en el hogar; las violaciones; trata de mujeres y niñas; prostitución forzada; violencia en situaciones de conflicto armado, esclavitud sexual, embarazo forzado, asesinatos por razones de honor, infanticidio femenino, mutilación genital femenina y otras prácticas y tradiciones perjudiciales se suma, además, la violencia verbal contra la mujer a través de la TV del primer mundo.

La impresentable escena de manifestación injuriosa contra la mujer, que protagonizó en el canal ultraderechista de Intereconomía el 4/06/2010, el tertuliano Eduardo García Serrano, escupiendo gravísimos insultos contra la consellera de Sanidad en Catalunya, Marina Geli, en el programa “El gato al Agua”, fue un hecho gravísimo. Máxime si tenemos en cuenta que procedía de un personaje que se autodenomina “católico”, una Cadena de TV paradigma de “honestidad”, y un presentador, Antonio Jiménez, cómplice por su silencio y galardonado en 2008 con el ¡BRAVO! DE RADIO. Los premios otorgados por la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social que reconocen por parte de la Iglesia, la labor meritoria de todos aquellos profesionales de la comunicación en los diversos medios, que se hayan distinguido por el servicio a la dignidad del hombre, los derechos humanos y los valores evangélicos.

Es de tener en cuenta como los medios de comunicación y parte de la sociedad aplican distintas maneras a la hora de considerar la labor de los políticos ya sean hombres o mujeres. Mientras que de ellos se critica su mejor o peor quehacer, de ellas, además, se hace escarnio por su manera de vestir, hablar o moverse. Los comentarios tan cargados de insidias, machismo y menosprecio que se han vertido sobre la Ministra de Igualdad, Bibiana Aído y su Ministerio, no tienen justificación alguna. ¿Por qué esta aversión tan desmedida? Me pregunto. Es justo que se discrepe, que se cuestione tal o cual Cartera siempre que sea con un mínimo de respeto. Lo que ya no es justo son las maneras tan miserables que se emplean. ¿Por qué esto? Repito. ¿Por qué precisamente contra este Departamento?...

                                                 Maite García Romero

viernes, 3 de septiembre de 2010

ISRAELÍES Y PALESTINOS ANTE UN ESPINOSO PROCESO DE PAZ

Mientras en Washington se celebraba el primer día de las negociaciones directas de paz entre palestinos e israelíes, auspiciadas por el presidente estadounidense Barack Obama, Cisjordania e Israel vivían una jornada llena de tensión por la muerte de cuatro colonos judíos en un ataque con armas automáticas junto a la ciudad cisjordana de Hebrón, en un intento del brazo armado de Hamás de sabotear el relanzamiento de las negociaciones de paz directa.

El hecho de haberse producido los crímenes de los cuatro colonos, y posteriormente el ataque perpetrado que dejó heridos a otros dos colonos israelíes en Cisjordania, y de que Hamás haya amenazando con una cadena de atentados contra Israel, es de suponer que debió ensombrecer estos dos días de negociaciones. Si además el presidente palestino Mahmud Abás, había advertido que si Israel no se comprometía a cesar la expansión de las colonias en el territorio ocupado, ello supondría “una amenaza para la continuación de las conversaciones directas”. Por la otra parte, el primer ministro Benjamín Netanyahu, se apresuró a reiterar que no renovaría, cuando toque a su fin el próximo 26 de septiembre, la moratoria parcial a la construcción en las colonias judías en Cisjordania. El que los dos líderes tuvieran una discusión productiva y acordaran celebrar encuentros cada dos semanas es, según mi opinión, un primer paso para el restablecimiento definitivo de ambas partes.

Israel ha cometido y sigue cometiendo un grave crimen contra el pueblo palestino violando todas las normas internacionales. Lo que no entiendo es que si el derecho internacional prohíbe los castigos colectivos, ¿por qué ha permitido que Israel esté por encima de la ley, sin obligarle a respetar las resoluciones de las Naciones Unidas? Como tampoco entiendo que el ex presidente del Gobierno español José Mª Aznar, calificara de “incidente” los gravísimos hechos ocurridos el 31 de mayo cuando el ejército israelí atacó de forma despiadada a una flotilla humanitaria que transportaba ayuda para Gaza, y a más de 750 personas de las cuales diez fueron asesinadas y una treintena resultaron heridas, y que las razones para apoyar a Israel consista, según él, en que “es una región vital para la seguridad energética debido a nuestra dependencia del petróleo de Oriente Medio, una región que supone la línea del frente en la lucha contra el extremismo”.

Y es que cuando Aznar abre la boca escupe discordia. Advertir este miércoles 1 de septiembre en Jerusalén, durante la asamblea anual del Congreso Mundial Judío, de los riesgos que conllevan las estrategias políticas de Obama y decir que desde su investidura ha buscado “una nueva relación con el mundo musulmán incluso a riesgo de socavar al mejor aliado de Estados Unidos en la región” o su huída “de los problemas del mundo” es, aparte de un desatino maquiavélico, una falta total de postura conciliadora.

En la proliferación de tratados, cumbres y conferencias de perfil humanista, es lamentable comprobar que, en definitiva, todo sigue haciéndose por motivos diferentes al de encontrar una paz duradera y una concordia tan necesaria entre los pueblos. ¿Es que seguimos los seres humanos sin entender que con misiles, tanques y metralletas no se alcanzará jamás un principio sólido de estabilidad mundial?

La Administración del presidente de EE UU, Barack Obama, ha conseguido encauzar el reinicio del proceso de paz en Oriente Próximo de manera muy positiva, al menos en principio. Esperemos que este primer paso que propone alternativas y nuevas posibilidades llegue a buen término y ponga punto final a este conflicto.

                                                                    Maite García Romero