jueves, 29 de marzo de 2012

EJEMPLO DE COFRADÍA





La Hermandad del Cristo del Perdón y de la Veracruz y de Nuestra Señora de la Esperanza ha suspendido la procesión de este año y ha repartido entre unos vecinos los más de 4.000 euros que iba a gastarse en los adornos florales de los tronos y en la contratación de una banda, según relató a Diario Sur el hermano mayor, Diego Pavón. «Nosotros creemos que las hermandades están para ayudar a las personas que más lo necesitan, sobre todo en estos tiempos de crisis», explicó. Pese a que no quiso revelar la identidad de las mismas, el hermano mayor comentó que sobre dos de ellas pesaba una orden de desahucio de sus casas, algo que se ha logrado evitar gracias al dinero. Para la tercera familia, la donación se utilizó para comprar alimentos y artículos de primera necesidad. No es la primera vez que la Hermandad del Cristo del Perdón y de la Veracruz protagoniza un gesto así, ya que el año pasado ya recortaron los gastos de la procesión para ayudar a otras dos familias. Además, en esta ocasión incluso han logrado encontrar un empleo a los vecinos amenazados de desahucio. «Es un trabajo en el campo. No es mucho sueldo, pero esperamos que sirvan para que no los echen de sus casas», afirma Pavón, quien dio a conocer que solicitarán la colaboración de otras cofradías para que se impliquen en más iniciativas de este tipo.

Mi sincera felicitación y enhorabuena a esta Hermandad del Cristo del Perdón y de la Veracruz de Coín, por esa decisión tan acertada. Me parece un bello ejemplo el que ha dado. Haber sabido interpretar el mensaje de Cristo, haberle dado respuesta desde el amor, desde la realidad de ese presente angustioso de necesidad en el que viven tantas personas, ha sido decir: El Reino de Dios está aquí y es ahora. A veces es necesario, imprescindible diría yo, no quedarse anclados solamente en la tradición cultural, en la magnificencia externa de las procesiones que es merecedora de todo mi respeto cuando es expresión de un contenido auténticamente cristiano porque de lo contrario se convierte en puro teatro, en farsa y en escandalosa ostentación. No deberíamos aferramos a los símbolos como medio para llegar a un fin porque lo más probable es que olvidemos el fin y nos quedemos atrapados en los símbolos. Por ello, pretender encerrar el misterio de Cristo simplemente en una cárcel de conceptos y normas lúgubres de dolor, de pecado, de culpa, de temor y penitencia es crear una serie de emociones y sentimientos distorsionantes que no sólo impide captar la esencia y extraordinaria magnitud del Mensaje de Cristo sino que nos hunde en la miseria de los temores e ideas falsas.

Vivir la Semana Santa libres de conceptos establecidos, con la fe puesta en Dios, el amor al prójimo, la esperanza y la solidaridad, como ha demostrado esta Hermandad, es poder experimentar esa paz y esa dicha interna que nos trasmite la plena autenticidad del Amor de Cristo.


                                                                  Maite García Romero

3 comentarios:

maite dijo...

Se deberia tomar como ejemplo, da gusto ver de vez en cuando gestos tan solidarios
Ese es el verdadero espiritu de la semana santa. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Un beso.

Sara dijo...

Maite, me has puesto los pelos de punta.

Estoy de acuerdo contigo, cuando estas manifestaciones "folclóricas" de la religión no se viven con un auténtico espíritu, se convierten en pura idolatría.

Un gesto muy cristiano el de esta Hermandad de Coín.

Besos.

manuel angel dijo...

desde luego ha sido un magnífico y gratificante ejemplo, la verdadera pena es q no ha sido contagioso al menos por ahora al resto de la iglesia. ¿no se sentirían llamados al mismo fin los políticos de 1ª fila, bankeros,grandes capitalistas, etc. no haría falta reajustes de ningún tipo. te sigo felicitando, MAITE: un abrazo